De un puerto a otro mi cuerpo atraviesa los polos,
el movimiento del destino y el destino de aquel vaivén
sintonizan brevemente con la nostalgia de la muerte.
Viví la muerte en la fusión de nuestros cuerpos.
Brillamos y observamos cómo por unos instantes la vida se equipara salvaje y sutil a la muerte.
Puedo decir que he muerto, he muerto porque he vivido.
He vivido porque he amado.
Porque he comprendido que el amor parte por uno mismo
y frente al otro ser, el amor se manifiesta desinteresado.
Me amo, me amo, me amo.
Y espero que todos los seres sean felices porque logran amarse
y liberarse del dolor y del placer.
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